Las prebases de maquillaje llevan usándose desde hace muchos años por maquilladores profesionales para conseguir que los maquillajes resistan las largas jornadas de posados, sesiones de fotografía y photocalls, donde los focos y los flashes pueden jugar una mala pasada a las celebrities, y desde hace ya unos años su uso se ha extendido poco a poco entre aquellas que buscan también que sus maquillajes aguanten más horas en perfecto estado.
Índice de contenidos:
¿Qué es una prebase de maquillaje?
El primer de maquillaje o prebase es un producto de textura en crema que sirve para aportar al rostro un aspecto más uniforme. En la mayor parte de las ocasiones podemos encontrarlo en stick o en tubo, con una textura un poco más fluída y una aplicación más fácil, y prepara la piel para la aplicar posteriormente el maquillaje, aunque también puede usarse como acabado final, sin necesidad de usar maquillajes después, para lucir un rostro de apariencia más lisa y aterciopelada.
Funciones de la prebase de maquillaje
Sus principales funciones son:
- Disimular imperfecciones, como rojeces o pequeñas arruguitas, ya que nos “rellena” estos surcos ofreciendo un aspecto más alisado.
- Unificar el tono, prebases desde un tono grisáceo o neutro, a otras con ligeros tonos violáceos o amarillos que nos ayudan a compensar los diferentes tonos de piel (rosada, cetrina…) y a conseguir un tono más uniforme.
- Fijar el maquillaje y prolongar su duración, al crear una base más uniforme, ayudan a que el maquillaje se aplique mejor y se fije más, resistiendo mejor el paso de las horas.
Pasos para aplicar una prebase de maquillaje
La prebase es un paso intermedio entre la hidratante y nuestra base de maquillaje, aunque también puede usarse sin aplicar ningún tipo de maquillaje después. Debe aplicarse sobre el rostro seco para que cumpla su función perfeccionadora, esto quiere decir que una vez que nos apliquemos nuestra hidratante o serum habitual debemos esperar unos minutos para que la piel absorba todo completamente antes de aplicarnos la prebase elegida.
En resumen:
- Limpiar e hidratar bien el rostro.
- Aplicar el primer sobre el rostro seco. Ve poco a poco con la cantidad corrigiendo y aplicando un poco más allí donde lo necesites.
- Si se desea, aplicar base de maquillaje, polvos de sol o BB cream o incluso unos toques de corrector del tono de tu piel pueden ser suficientes.
Para aplicar la prebase, los expertos en belleza nos recomiendan empezar desde el centro del rostro e ir extendiéndola suavemente hacia fuera con movimientos circulares suaves.
Puede aplicarse directamente con la yema de los dedos o con ayuda de una brocha o esponja de silicona, y debemos asegurarnos de extenderla bien para que nuestro rostro tenga una apariencia uniforme.
Sobre todo si usamos prebases para disimular pequeñas imperfecciones que podamos tener en nuestro rostro como rojeces, acné o pequeñas arruguitas, debemos prestar especial atención a estas zonas y extenderla bien para conseguir ese aspecto homogéneo que buscamos. Otro truco que nos recomiendan los maquilladores, es combinar diferentes prebases para cada zona del rostro, para así corregir mejor cada zona.
Tipos de primer según tu piel
Existen diferentes tipos de prebases en el mercado, dependiendo de lo que queramos conseguir. ¿Un toque de luminosidad? ¿Matificar el tono de la piel para evitar brillos? ¿Disimular pequeñas imperfecciones? ¿Compensar nuestro tono de piel para que se vea más saludable? Las posibilidades, como en casi todo en cosmética, son amplias por eso te damos una pequeña categorización general que puede servirte de guía a la hora de buscar tu primer ideal:
Prebase de maquillaje iluminadora
Son perfectas para el maquillaje de pieles secas y con un tono de piel apagado. Suelen incluir activos hidratantes y alguna partícula dorada o reflectante que te aporte un extra de luminosidad al rostro.
Prebase de maquillaje matificante o alisadora
Las preferidas cuando queremos maquillar la piel grasa. Buscan controlar los brillos y que el maquillaje no se mueva con el paso de las horas por el exceso de sebo. Si es tu caso y tienes la piel grasa, te recomendamos buscar fórmulas sin siliconas que podrían ensuciar el poro.
Prebase de maquillaje correctora
Aquí podríamos englobar las prebases coloreadas. Las verdes son perfectas para disimular manchas, las de tono rosa para los tonos de piel oliva, las amarillas para los tonos oscuros y las violetas para las pieles más amarillentas. Nos ayudan a de compensar nuestro tono de piel para darle el aspecto que queremos.
¿Cómo escoger la prebase adecuada para tu piel?
Nuestra responsable del departamento técnico lo tiene claro “Tienes que conocer tu piel y saber lo que necesita. A una piel seca un primer con ingredientes hidratantes y un toque luminoso, a una piel grasa un acabado matificante que evite los brillos, y según tu tono de piel puedes probar con las prebases coloreadas para compensar y conseguir el tono deseado. Eso sí, no abusar de este tipo de productos a diario y usar siempre SPF, es la clave para una buena salud de tu piel.”
Elige prebases que incluyan activos que además de preparar tu piel te ayuden a cuidarla y te aporten un extra de hidratación y/o nutrición. Y si bien la mayoría de ellas incluyen siliconas, que son las que consiguen que nuestra piel luzca ese aspecto satinado, las hay también sin siliconas para permitir que tu piel respire un poco más.